
En esta ocasión, el protagonista no es Jason sino Percy, quien despierta sin recuerdos. Tras una serie de ehcos, nuestro protagonista se ve obligado a ir a un campamento que no le hace sentir muy seguro desde un principio. Según llega conoce a Haizel y a Frank, quienes le ayudarán a recuperar los recuerdos que le han sido robado y, de paso, a salvar el mundo y a derrotar a ciertas criaturas. Nuestros 3 protagonistas deberán hacer frente a una misión suicida que, si no llega a ser cumplida, supondría el final de todos los semidioses.
Este libro en un principio no consiguió engancharme. Me parecía muy pausado en comparación a lo que nos tenía acostumbrado el autor; pero cuando la misión comienza también empieza lo verdaderamente interesante de la novela. Nos encontraremos con personajes que teníamos algo olvidados y que tendrán una gran transcendencia a lo largo de la historia; además de que conoceremos a otros muchos que se volverán imprescindibles. Como ya he comentado, según vamos leyendo veremos como los malos son más tontos de lo habitual. Quieren matar a nuestros protagonistas, pero oye, primero que coma de la bandeja de muestras; y ya que estamos, sobornemos a los héroes con algo de cereal a ver si así se dejan asesinar más fácilmente. Y así durante toda la novela, por lo que os podéis imaginar lo bien que me lo he pasado.
En definitiva, aunque en un principio lo dudaba, esta entrega a conseguido superar a su predecesora, dejándome con ganas de ponerme con su continuación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario