Desde el comienzo sabía que este libro no iba a gustarme tanto como el resto de la saga. ¿Motivo?: Me parece un libro del todo innecesario en la historia, y que no aporta nada. Tras la coronación de Meghan como reina y la "expulsión" de Ash como caballero, este tiene que buscar la manera de poder volver al lado de Meghan sin poner en riesgo su propia vida. Para lograrlo contará con la ayuda de Puck, el duende que en el pasado provocó un inmenso dolor al príncipe. La única forma de lograr entrar en el reino de Hierro sin morir en el intento es conseguir un alma (algo de lo que cualquier duende no dispone), por lo que Ash deberá afrontar la realidad: o se vuelve humano o no podrá estar nunca con Meghan.
A pesar de que es Ash siempre ha sido mi personaje favorito en la saga, creo que este libro en el que su única meta es llegar al lado de su amada no pega nada con su personalidad. Si, él está muy enamorado de Meghan, pero que se nos traigo un libro entero en el que solo se nos narre la obsesión por estar con ella (teniendo en cuenta que ella lo dejó ir para que pudiera sobrevivir) pues sobra. El final que nos encontramos en su anterior entrega habría sino un cierre bastante bueno para esta saga (y pensad que a mi me gustan los finales super mega románticos, pero bueno), por lo que no empecé este libro con demasiadas ganas. Meghan no sale prácticamente nada a lo largo de la novela y tiene sus momentos fuertes únicamente al final de la historia; así que si ya de por si en las otras entregas no me entusiasma como protagonista en este menos. Puck, por otro lado, me ha encantado. Es un personaje que siempre se intenta hacer el fuerte e incluso ayuda al príncipe aunque este le odie sola para que Meghan, la chica que siempre ha amado, sea feliz. Ash, sin embargo, ha dado un giro de 180º en su personalidad. En el comienzo de la saga él era un personaje muy frío y orgulloso, pero a lo largo de las novelas hemos visto una evolución muy poco clara, en la que pasaba de romántico a témpano de hielo sin ningún motivo aparente. Y la gota que ha colmado el vaso ha sido como nos lo han pintado en esta entrega, en la que parece un perrito faldero de Meghan, y lo peor es que sin que ella esté presente.
La historia, en general, es bastante sosa. La mayoría del tiempo estaba esperando que algo saltase para intentar asesinarlos, porque el resto del tiempo era una historia bastante lenta y sin fundamento. El final también deja bastante que desear. En definitiva, es una saga que podría dar para mucho más.
VALORACIÓN---.-----------
RESEÑAS ANTERIORES
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